Cuando hacemos arte, como dibujar, pintar, tocar música, escribir o bailar, nuestro cerebro se pone en acción de una manera increíble. Los científicos han descubierto que hacer arte activa partes del cerebro que ayudan a mejorar nuestro bienestar emocional y mental.
Cuando estamos tristes o estresados, el arte puede ser como una especie de terapia para nuestro cerebro. Hacer arte libera sustancias químicas en nuestro cerebro, como la dopamina y la serotonina. Estas sustancias químicas hacen que nos sintamos mejor, más relajados y menos estresados.
El arte también puede ayudarnos a expresar nuestras emociones. A veces, es difícil decir lo que sentimos con palabras, pero a través del arte podemos contar mejor lo que nos pasa. Esto puede ser muy liberador y ayudarnos a sentirnos mejor.
Además, cuando practicamos arte, mejoramos nuestras habilidades cognitivas, como la concentración y la memoria. También estimulamos la creatividad y la imaginación, lo que nos ayuda a pensar de manera más creativa en otros aspectos de la vida.